"No te enojes, no te preocupes, trabaja con entusiasmo, ama profundamente todo lo que te rodea y agradece al creador a diario todo lo que te da"

viernes, 9 de abril de 2010

XIVMMX HUELLAS


Miro en el espejo

y veo las marcas que la vida me ha dejado

grabadas en el rostro y en mi cuerpo.

Son huellas que dan testimonio de que he vivido,

que el tiempo ha pasado y me recuerdan tantas cosas.


Miro las lineas en mi frente, fruto de amarguras y,

disgustos, preocupaciones y desengaños,

que prefiero no recordar más que lo que dolorosamente me han enseñado.


Veo y siento las cicatrices de oscuros recuerdos

de desafortunados accidentes que me enseñaron a ser cautelosa,

y lo frágil que es nuestra vida

Accidentes que dejan el fantasma del temor

tan difícil de superar a pesar del tiempo.



Veo mi cuerpo que ha cambiado

como resultado de una vida demasiado reposada.

Recuerdo con nostalgia las tardes de deportes,

la permanente actividad, la agilidad de antaño.

La velocidad al correr, la facilidad de saltar muy alto,

la fuerza para levantar lo que fuera.


Veo las líneas alrededor de mis ojos

y recuerdo lágrimas derramadas, con o sin razón.

Recuerdo también las largas caminatas bajo el inclemente sol,

El aguzar la vista para apreciar mejor la belleza que me rodeaba.

El sonreír con la mirada, con humor y con cariño.



Recuerdo también, junto con las lineas que rodean mis labios,

tantas sonrisas de afecto a tantas personas.

Risas de momentos felices, de grandes y pequeñas alegrías.


Recuerdo maravillarme con los detallitos cotidianos que solemos pasar de largo,

el milagro de cada cosa que nos rodea,

tan sencillo como las estrellas en la noche

o tan grandioso como como una flor que crece en un lecho de rocas.



Veo mis manos resecas por lavarlas tantas veces.

Por haber hecho tantas cosas.

Desde sanar a crear.

Una mezcla de herramientas, pinturas e hilos,

de detergentes, cocina y trabajo.



Sensibles por haber tocado a tanta gente,

ayudándolos a superar sus dolores y limitaciones.

Veo las lineas de mis manos, cada vez más numerosas

y me pregunto si me depara un gran futuro.


Veo mis piernas, con tantos moretones, marcas y cicatrices,

evidencia de la inquietud y osadía de la niñez y adolescencia.

El arriesgarse sin medir consecuencias.

Tantas veces que caí y siempre me levanté.

Veo mis pies, cansados de tanto caminar.

Y caminé mucho. Muchísimo.



Recuerdo las incontables calles de las numerosas ciudades por donde anduve,

las personas que conocí, encontré, reencontré

y a los que nunca más aparecieron.

Los lugares que conocí, los senderos conquistados,

las orillas de tantas playas, casas,

desierto, árboles, nubes, viento,

gente, letreros y semáforos,

perros, luna, estrellas, calor y frío.


Todas esas cosas que recuerdas cuando caminas por el mundo,

muchas veces sin un rumbo fijo,

con el sólo afán de vagar y observar.

Conocer más allá de lo que alcanzan a ver mis ojos,

la curiosidad de saber lo que hay detrás de cada esquina.


Recorrer las calles con amigos, seguida por algún perro callejero,

con mi cámara fotográfica intentando captar la belleza y la historia,

de dia, de noche, con calor, lluvia o nieve.

Caminaría por el mundo si pudiera y cómo me gustaría.


Y veo en mi cuerpo tantas huellas imborrables.

Quisiera haber dejado huellas también en todos los lugares en que estuve,

en todas las personas que conocí.

Así, estas huellas en mí cuerpo tendrían sentido e historia.

No son heridas de guerra.

Son medallas, ya que me las he ganado todas,

una a una,

porque he vivido.

2 comentarios:

  1. Haz vivido y te queda tanto por vivir. Entregar, sufrir, reir, amar. Cada línea en nuestra piel nos habla y en secreto susurra en nuestros oídos la magia de la vida.

    Tus líneas siempre serán hermosas.

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  2. Hay una canción muy buena de un grupo que adoro, Stone sour, que se llama made of scarrs. El estribillo die eso, estoy hecho de cicatrices. Tu poema me la ha recordado, un saludo.

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