"No te enojes, no te preocupes, trabaja con entusiasmo, ama profundamente todo lo que te rodea y agradece al creador a diario todo lo que te da"

viernes, 26 de marzo de 2010

XXVIIIIIMMX A un mes...

Hace ya un mes que sucedió. Esa terrible tragedia. El terremoto más terrible que puedo recordar, porque sucedió en mi época, en mi tiempo, en mi tierra.

Es increíble pensar que hace ya un mes de esas angustiosas noticias, frustrantes intentos de llamadas telefónicas, incertidumbre, temor, pensar en nuestros seres amados que se encontraban en ese momento en el centro del infierno y que no podíamos contactar para asegurarnos su supervivencia. Y no todos sobrevivieron.

Y parece que fuera sido ayer... quizás no ayer, pero se siente como apenas la semana pasada. No puedo creer como el tiempo, inclemente, nos obliga a continuar con nuestras vidas cotidianas dejando atrás a aquellos que lo perdieron todo, su hogar, sus anhelos, su esfuerzo, su familia, su vida. El tiempo definitivamente no espera a nadie, ni siquiera a los que sufren en este momento la agonía de vivir en una tierra postapocalíptica, cargando con la falta de centenares de personas que existían, sí, vivían tranquilas sus pequeñas vidas en un lugar aparentemente tranquilo y armonioso, hace apenas un mes...

Y el tiempo pasa y no espera por nadie. Miles siguen en la desesperación de no saber cómo continuar sus vidas, mientras nos preocupamos del último chascarro del Presidente de turno o del último eliminado de un absurdo Reality Show.
Un mes!!!! Y qué ha pasado??? Qué se sabe ahora de aquella gente, abandonada a su suerte, rodeada de militares que coartan sus libertades para proteger sus golpeadas vidas, que no han tenido el momento aún de sufrir el duelo de sus seres perdidos. Qué hay de aquellos mártires que nos recordaron lo diminutos que somos en un mundo que está en constante cambio, donde cada tragedia se desvanece con el tiempo hasta convertirse en una anécdota más de un libro de historia.

Hace un mes me di cuenta de la importancia de vivir y sobrevivir. De lo mucho que extraño a aquellos que están lejos. De la impotencia que se siente frente a las fuerzas de la naturaleza. De lo pequeños que somos, al fin, en esta esporádica existencia.

Hace un mes fuimos despertados. Se nos mostró con crueldad que cualquier cosa puede pasar cualquier día. Que nadie tiene las horas contadas ni compradas. Que debemos darle un sentido a nuestra existencia o desparecer anónimamente en el olvido.

Un mes y aún me afecta como si fuera sido ayer, como si fuera sido hoy, como si se repitiera una y otra vez cada día, todos los días.

Descanso a los caídos y paz a los que quedaron atrás. Es todo lo que puedo desear en este momento. Nada volverá a ser como antes, nunca más, para esta generación que fue testigo del desastre. Nunca más. Nuestros corazones quedaron marcados como las grietas en nuestra tierra.

1 comentario:

  1. Un mes, un mes para repensar, reflexionar. Un terremoto que movilizó la tierra, la gente, nuestros pensamientos, nuestra mirada. Y cómo poco a poco todo comienza a fluir otra vez, porque así es la vida fluye para seguir dando vida.
    Y nuestra tierra que se queja y nuestras mentes que despiertan y nuestros corazones que laten mas fuerte.

    Un mes en nuestra tierra...

    Mi abrazo.

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